
The Final Cut, el álbum que Pink Floyd grabó en 1982 y que fue la manifestación más cabal de las obsesión de Roger Waters con la muerte de su padre en la Segunda Guerra Mundial y, en un plano más general, con la futilidad y la estupidez que rodea a todas las guerras.
El título tentativo "Spare Bricks" (Ladrillos Sobrantes) da una idea bastante aproximada de su contenido, ya que The Final Cut fue armado con la base de temas que habían de The Wall. La Guerra de Malvinas ocurrida entre abril y junio de 1982 fue también un importante catalizador que animó a Waters a escribir nuevo material para el álbum.
Las sesiones de grabación comenzaron en julio de 1982 y duraron hasta diciembre. El clima era tenso. La insatisfacción de David Gilmour y también del baterista Mason con el curso que estaba tomando la música de Pink Floyd grupo culminó en una gigantesca pelea, tras la cual Gilmour retiró su nombre de los créditos de producción. Por su parte, Waters decidió que a partir de allí, no volvería a grabar con sus dos compañeros de grupo.
The Final Cut comienza con "The Post-War Dream" (El Sueño de la Posguerra), un tema satírico y crítico de la naturaleza de la guerra. Según la visión de Waters, todos somos culpables de perpetuar las guerras, por creerlas un mal necesario. El tema sugiere que en las guerras, las vidas de la gente son sacrificadas en pos de intereses económicos y políticos.
(TFC, CD 1).
El tema que sigue "Your Possible Pasts" (Tus posibles pasados) había sido escrito para The Wall. Comienza con el ominoso sonido de vagones de ferrocarril, recordatorio de aquellos siniestros trenes de carga nazis que transportaban judíos, gitanos, homosexuales y opositores al régimen hitleriano a los campos de concentración alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Waters afirma que la historia es alterada según la conveniencia del gobierno de turno y que la gente tiende a olvidar las atrocidades fácilmente. Roger era un fan de George Orwell, uno de los primeros escritores que analizó la naturaleza de la guerra, de la propaganda oficial y las realidades económicas que se esconden detrás de los conflictos bélicos. El tema incluye un solo de guitarra de Gilmour muy saturado, bien en la tradición floydiana. (TFC, CD 2).
La canción "One of the few" (Uno de los pocos) actúa a modo de puente entre dos temas por su brevedad y se refiere a la figura del maestro represor que se ve en The Wall, quien antes fue un piloto de bombardero en la guerra. Habiendo peleado y visto tantos compañeros morir, el maestro ahora prepara a sus alumnos para repetir la misma historia, educándolos para la muerte. El título fue extraído de la frase laudatoria del político inglés Winston Churchill para con los pilotos de la Real Fuerza Aérea inglesa que pelearon contra la temible Luftwaffe alemana y la vencieron aunque el enemigo era superior en número y tenía la iniciativa. Refiriéndose a esta gesta que se llamó la batalla de Inglaterra, Churchill dijo: "nunca en la historia de los conflictos bélicos tanta gente le debió tanto a tan pocos." (TFC, CD 3).
En "The Hero's Return", (el retorno del héroe) el soldado que vuelve de la guerra es atormentado por imágenes y sueños donde ve a sus compañeros muertos, pero no puede discutir el tema con su esposa. En la letra, el maestro y ex-soldado le dice a sus educandos que son unos ingratos y que él a la edad de sus alumnos convivía día a día con la realidad de la guerra. (TFC, CD 4).
"The Gunner's Dream" (El sueño del bombardero), traduce el deseo de todo soldado de que se terminen la guerra y las atrocidades y también expresa la esperanza de que podamos fundar entre todos una sociedad más justa y humanitaria, libre de violencia. Waters declaró que el tema de "The Gunner's Dream" es la impotencia del ciudadano común ante las barbaridades que hace su propio gobierno. "Se abre la puerta y de repente te encontrás luchando en algún remoto lugar de Sudamérica, Argelia o Francia durante la ocupación nazi. Y gritás: 'no pueden hacerme esto a mí. Voy a llamar a la policía'. Entonces ellos te responden. 'Nosotros somos la policía.'"
(TFC, CD 5).
"Paranoid Eyes" (Ojos paranoicos) es un retrato del ex soldado, hoy día rector de la escuela, envejecido y desilusionado, y de otra gente como él que sacrificaron sus sueños y fueron a pelear una guerra para gente que ni comprende ni valora ese sacrificio. Cuando apareció "The Final Cut" se habló mucho del sistema holofónico de 3ra dimensión, un complejo proceso de grabación computadorizado, patentado por los laboratorios Zuccerelli, que crea la ilusión de efectos sonoros de tres dimensiones. La parte inicial de "Paranoid Eyes" es casi enteramente orquestal, con una gran variedad de efectos holofónicos, que incluyen al maestro yendo al pub para ahogar sus penas en el alcohol, el approach susurrado de una prostituta y luego el sonido de gente bebiendo y de juegos de azar. La canción explora la manera en que las autoridades esperan que la gente se mantenga imperturbable y esconda el dolor que sufrió durante la guerra. (TFC, CD 6).
El sonido de un misil que pasa de un canal a otro del estéreo antes de explotar anuncia el comienzo de "Get yor filthy hands off my desert" (Saca tus sucias manos de mi desierto)
donde, con un simple cuarteto de cuerdas como acompañamiento, Waters comenta los incidentes que desataron la guerra de Malvinas y el modo infantil e irresponsable con que los diferentes líderes de los países beligerantes mandaron a sus jóvenes a la guerra.
(TFC, CD 7) . La canción se mezcla enseguida con "The Fletcher Memorial Home" el momento máximo de humor negro del álbum, donde Waters imagina un asilo ficticio para dictatores ya ancianos. Roger no deja títere con cabeza. Habla de Margaret Thatcher, de Ronald Reagan, del Senador McCarthy, de varios tiranos sudamericanos, de Richard Nixon, de todos los que han jugado con vidas humanas con el mismo abandono que un niño muestra al jugar con soldaditos de plástico.
(TFC, CD 8).
La guerra de Malvinas vuelve al tapete en "Southampton Dock", cuyo título alude al puerto del sur de Inglaterra de donde salió la flota enviada por Margaret Thatcher para reconquistar las islas. Waters dispara su ironía sobre toda la gente que se juntó como si fuese un día de fiesta, con gran despliegue mediático de la prensa, la radio y la televisión, cuando en realidad se estaba despidiendo a soldados que iban a la guerra y muchos de los cuales no volverían. (TFC, CD 9).
En cuanto al tema que da título al álbum, "The Final Cut" (El corte final) es el artículo terminado, la versión editada de una película, de la cual se hace el negativo y todas las copias futuras. También es una analogía del tiro de gracia, el cuchillo último que le clavó a Julio Cesar su colaborador Brutus, aliado a los conspiradores que derrocaron al líder romano. Waters deja entrever que sufrió una traición parecida a manos del director de The Wall, Alan Parker. En la contratapa del álbum se puede ver a Waters vestido de soldado, con un cuchillo de carnicero clavado en la espalda y sosteniendo latas de película. (TFC, CD 10).
El álbum terminaba como empezó, con una transmisión radial. Es el tema "Two Suns In The Sunset" (dos soles en el ocaso). La imagen del título le fue inspirada a Waters por una película bélica inglesa hecha para la BBC en 1961 pero que no fue emitida en su momento por considerarse demasiado realista, según palabras de los censores ingleses. El film se llamaba "The War Game" (El Juego de la Guerra) y contaba la caída de una bomba atómica sobre Londres. El gobierno no dejó que la estrenasen con la excusa de que los realizadores buscaban crear el pánico entre la población. Lo más probable es que temiesen que las terroríficas imágenes de destrucción y muerte llevaran al público inglés a cuestionarse la política nuclear de su propio país. Waters utiliza las voces de sus dos hijos, Harry e India, para dar a entender que es nuestra responsabilidad frente a las futuras generaciones, no dejar que se produzca una guerra, que nuestra creencia de que no podemos hacer nada al respecto es la clave de nuestra impotencia. (TFC, CD 12)
Para concluir nuestra presentación de "The Final Cut" vamos a escuchar el tema donde Pink Floyd dio la impresión de funcionar al menos por última vez como unidad. "Not Now John", Ahora no John, tiene a Gilmour y Waters compartiendo la parte vocal y parodia a los famosos "hooligans", los barra brava ingleses, descritos aquí como xenófobos de mentes estrechas, llenos de odio racial y dispuestos a destrozar a otras gentes sólo porque son hinchas de un equipo rival o porque nacieron en otro país. En un sentido más general, es un comentario acerca del nacionalismo ciego que parece mover a mucha gente. Aquí está "Ahora no John".
1. Not now John Pink Floyd CD 11
En Brilla Diamante Loco hemos presentado hoy "The Final Cut" álbum editado por Pink Floyd el 21 de marzo de 1983, el último disco de Roger Waters con el grupo. Escuchamos recién el tema "Not now John". Algunos detalles finales de The Final Cut. El tecladista original de Floyd, Rick Wright ya había sido separado del grupo cuando se grabó el álbum, de modo que sus partes fueron realizadas por Andy Bown, un músico muy conocido en el circuito inglés.
The Final Cut alcanzó el puesto número uno en Inglaterra y el sexto lugar en el ránking de Estados Unidos. En coincidencia con la temática del disco, la tapa, diseñada por Roger Waters y fotografiada por su cuñado, Willie Christie, es un primerísimo plano del uniforme y las medallas de un oficial de la Segunda Guerra Mundial.
La semana próxima, todo lo que quisiste saber sobre "A Momentary Lapse of Reason", el primer álbum en estudio grabado por Pink Floyd sin Roger Waters, estará aquí, en Cual Es, aquí en La Casa del Rock Naciente.
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